Las infecciones urinarias cada vez son más frecuentes en el ser humano. En el mundo, según estadísticas, se registra anualmente aproximadamente 150 millones de casos y cada vez los retos de los médicos son más complejos porque las bacterias o virus mantienen una serie de resistencia a los antibióticos.

Eso debido a la automedicación en las personas, que al tomar uno de ellos sin la respectiva revisión médica, las bacterias y virus se vuelven más resistentes, disminuyendo cada vez las posibilidades de tratarlos.

Sus complicaciones si no son tratadas adecuadamente  

La infección puede presentarse en cualquier parte del sistema urinario, que comprende los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. 

El médico Gustavo Aroca, director de la Especialización en Nefrología y director del grupo de investigación en Nefrología de la Universidad Simón Bolívar, explicó a Zona Cero que si una infección urinaria no es tratada adecuadamente puede afectar principalmente los riñones.

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“La infección urinaria es un factor predisponente de insuficiencia crónica porque cuando existen infecciones, sobre todo en repetición en las que habla uno de una infección urinaria recurrente o mal tratada, esto puede llevar a una situación que se conoce como pielonefritis, es decir, que la infección se va de las vías urinarias a la sangre y pasa al riñón”, explicó el médico. 

La pielonefritis es básicamente la inflamación de los riñones por una infección bacteriana.  

Aroca, quien también es Jefe de la División de Nefrología de la Clínica de la Costa de Barranquilla y profesor en el programa de Medicina de la Universidad del Norte y la Simón Bolívar, explicó que esta situación de la infección que pasa a estos órganos vitales “lleva a que se produzca una cicatrización en el riñón, un daño permanente. Hemos visto que con el tiempo esto lleva a la insuficiencia renal”.

Por eso de allí la importancia de tratar las infecciones urinarias de manera adecuada porque sino terminaría afectando propiamente a los riñones.

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¿Cómo tratar una infección urinaria?

Aroca recomendó que para tratar una infección urinaria se debe realizar primeramente un urocultivo a una muestra de orina. De esta manera, se determinará cuál es la bacteria que causa la infección y qué antibiótico es el adecuado para el mismo.

La automedicación y tomar antibióticos sin saber exactamente qué bacteria es la que causa la infección puede originar una mayor resistencia y empeorar los síntomas.

“Lo primero es que hay que tratarla rápidamente con los antibióticos apropiados de acuerdo al urocultivo y mantenerse muy bien hidratado”, dijo el médico. 

Ahora bien, explicó, que si una persona “tiene más de tres infecciones por año, hay que investigar cuál es la causa, que por lo regular casi siempre son cálculos u obstrucciones urinarias”.

El médico Aroca también explicó que la edad de la persona, mayores de 55 años, y la diabetes es un factor predisponente para las infecciones. 

“Después de cierta edad también hay un problema que uno llama vaciamiento incompleto de la vejiga o vejiga neurogénica (cuando la vejiga no se vacía totalmente)”, añadió.

 “Para prevenir esas infecciones hay que poner el tratamiento para evitar que la orina se retenga y así evitar que la infección produzca  un daño renal irreversible”, aseguró el médico especialista.

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Exámenes frecuentes de orina 

El médico sugiere a la comunidad realizarse frecuentemente exámenes de la creatinina y de la orina. La idea de los mismos es evaluar principalmente la función renal (riñones). Así se sabe si alguna infección urinaria terminó afectando el riñón.

Además, recomienda que las personas con diabetes e hipertensión la mantengan controlada. Mantener niveles altos de azúcar o la presión alta dan origen igualmente a daños en los riñones. 

Algunas recomendaciones básicas para evitar infecciones urinarias son tomar abundante agua, no consumir alcohol o tabaco, mantener una dieta balanceada e importante no automedicarse porque al tomar el antibiótico erróneo lo que hará es fortalecer la bacteria y generar complicaciones que conllevarán a afectar los riñones.

Algunas síntomas frecuentes cuando una persona tiene infección urinaria es dolor al orinar, un olor fuerte de la orina y en algunos casos dolor en el abdomen y parte baja de la espalda acompañado de fiebre o escalofríos.